Mi relación con San Valentín

Ya se va acercando el día de los enamorados y, bueno, no os he contado que me hace mucha ilusión que regaléis mi novela para San Valentín a vuestras parejas, en serio. Para mí siempre ha sido un día «especial».

Yo nunca he sido un ligón ni mucho menos, e incluso, en temas de amores, desde pequeño me he sentido varios pasos por detrás de mis amigos. Y digo pasos por no decir años luz. Eso, por fuerte y estúpido que suene, me ha atormentado siempre y me ha llegado a crear un complejo de inferioridad.

Desde que entre al instituto con 13 años y vi el nulo interés que despertaba en las chicas, he vivido con miedo a acabar solo. Cuando llegaban estas fechas, veía San Valentín como algo que tenía que ser la hostia y que yo no podía disfrutar porque, sencillamente, no tenía con quien y tampoco tenía pinta de que la cosa fuese a cambiar. Todo se resume en que fui quemando etapas a un ritmo mucho lento que los demás ―otro día os hablaré de esto―, y aunque ahora sé que es una tontería, me he sentido fatal por ello. Fatal hasta el punto de sentirme patético. Y por no hablar de cuando iban repartiendo rosas por el instituto ―en el mío se hacía para pagar el viaje de estudios de los de bachillerato― y ni recibía ni tenía a quien mandar. Era un momento incómodo de «trágame tierra» que, en mi caso, sólo servía para confirmar una vez más lo patético que me veía.

En definitiva, San Valentín y su llegada cada año, me ha hecho siempre polvo.  

Con el tiempo he aprendido que todo lo anterior es una gilipollez. Que estar solo no es ningún drama y que San Valentín es un día bonito, pero no importante ni nada parecido. Nadie es patético por estar solo o no encontrar pareja ―la busque o no―. Al final siempre hay un roto para un descosido, e incluso si no lo hay, da igual. La vida puede ser maravillosa y hay que exprimirla al máximo. Hay más experiencias esperándonos de las que podemos vivir a lo largo de nuestra existencia, y este estúpido día sólo es una más.

Para terminar, quiero resumirlo en que si estás sólo por gusto o porque no encuentras a quien cuadre perfectamente contigo, ya llegará, y si no llega, da igual. Tu mientras aprovecha la libertad para experimentar y hacer todas las cosas que te gustaría hacer, y punto. Nuestro tiempo es muy limitado como para estar esperando a alguien con quien empezar a disfrutarlo. Y si tienes pareja, recuérdale cuanto la quieres y celébralo a su lado, pero no dejes de hacerlo el resto del año. El único cumpleaños que tiene el amor es el aniversario de cada pareja, no el 14 de febrero. Esto sólo es una fecha en el calendario impuesta por la sociedad.

Por todo lo anterior me hace tanta ilusión que regaléis mi novela a vuestra pareja en este día. Mi relación con esta fecha ha sido de amor-odio, algo que he envidiado y que hasta hace muy poco no he podido celebrar. Algo que no es para tanto, pero que yo creía importante. Que lo regaléis cura un poco esa herida que cada año he venido sufriendo.

Ojalá pudiera viajar en el tiempo para contarle a mi yo pasado todo esto. Me sale una sonrisilla pensando en lo que le quitaría de sufrir y lo que se alegraría sabiendo que un libro suyo es una muestra de amor entre parejas.

Gracias, de verdad 😊


Photo by Clem Onojeghuo on Unsplash


Si te ha gustado esta entrada, mi novela: “Perdona, ¿tienes fuego?” te va a encantar. Te puedo adelantar que el prólogo es de Defreds, y también que he escrito la novela que me gustaría leer. Su género es una mezcla de romántico, erótico, reflexivo, motivacional, dramático y crítica social. Está compuesta por cincuenta y seis capítulos cortos en los que voy a remover todas las vivencias de tu vida, tus mejores y peores recuerdos, y, en ellos, te voy a hacer que reflexiones sobre cada decisión que has tomado hasta ahora. Puedes leer más sobre ella pinchando aquí.


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3 comentarios en “Mi relación con San Valentín”

  1. Ojalá hubieras nacido antes Fran López Castillo y mi yo adolescente hubiera leído este texto, pues todo los sufrimientos/conflictos internos de lo que hablas , yo también los he vivido. Y tienes toda la razón, no podemos depositar en tener pareja o no nuestra felicidad. Es muy difícil, porque cuando estamos con pareja somos muy felices, pero no es imposible. Y la vida tiene momentos maravillosos con la familia, con los amigos incluso con personas anónimas que nos cruzamos cada día en el metro, en el bar,… donde sea. Porque la felicidad está dentro de cada uno.

  2. Tienes toda la razón. Hay que disfrutar de cada momento solo o acompañado. Y si tienes pareja se celebra el día que te apetece. Un abrazo y sigue escribiendo…. Muchos seguiremos leyendo 😘

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