Desde pequeño siempre me han hecho creer que la magia es cosa de magos, que tiene truco y que no existe, pero no te conocen.
No saben que la magia es verte despertar desnuda, a mi lado y sin prisas. Como si el tiempo esperase a que nos diésemos un poco más de amor hasta ponerse en marcha. Lo que nosotros queramos y cuando lo queramos.
No saben que la magia son tus pequeños detalles, tu forma de coger el café con las dos manos, como si fueses una niña pequeña a la que le da miedo que se le caiga al suelo su taza favorita, tu forma de morder el bolígrafo mientras estudias y esa manera que tienes de jugar con tu pelo cuando estamos tan cerca el uno del otro que ni el aire se atreve a molestarnos.
No saben que la magia es tener un mal día, pero que tú llegues de repente por detrás, me tapes los ojos y me preguntes «¿Quién soy?», haciendo que cualquier problema sea insignificante sabiendo que te tengo a mi lado. Como si los problemas fuesen un mar y tú fueses el barco de rescate. Mi barco de rescate.
No saben que la magia… eres tú.
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Cuando encontramos la magia en las personas…eso sí que es felicidad máxima.
Preciosa entrada, enhorabuena! 🙂
Pd: no puedo negar que me tienes alucinada con tu maravillosa forma de expresarte..
Muchísimas gracias, de verdad. Siempre estás dándome «me gusta» en todas las redes sociales, y por gente como tú mi diván es posible.
Gracias, muchas gracias una vez más 🙂