Me ahoga la idea de vivir según lo que piensen los demás, la vida monótona, las personas grises de mente y carentes de chispa. Me hartan los que todavía no han encontrado trabajo y ya están pensando en casarse, y encima te incitan a lo mismo.
Me apasionan las miradas descolocadas, esas que nacen a partir de un beso robado, los planes improvisados, las locuras que posiblemente salgan mal y las cosas sin compromiso. Porque no soy lo que poseo, soy lo que sueño de noche y trato de cumplir al levantarme. La lucha constante de la oveja negra por no morir al querer seguir siendo distinta dentro del rebaño.
Vivir a medias, seguir modas y aparentar. ¿Estás seguro que quieres ser otra copia más de la oveja que nació ayer, o de la que murió esta mañana?